siendo las 4:42 am del domingo, me desperezo y pienso...
para qué me tomé ese pseudocapuccino tan fuerte?
pero también una cosa un poco más trascendental, al mirarme desde afuera:
qué loco, estoy en el paraíso.
así, lisa y llanamente.
es que mi situación (mirando el ya mismo, este momento en el que estoy) está lejos de lo que hubiera imaginado que iba a ser mi vida unos años atrás...
estoy cómodamente recostado en mi cama, con la notebook en el regazo y con un cablecito que se le mete por el costado que me regala un recital de the who, uno de los discos del 1° woodstock y un par de películas. al ladito mío, toda tapada está el amor de mi vida, que se pone un poco incómoda con cada ráfaga de teclas. un poco más allá, esta mi hijito, hermoso como nunca lo hubiese podido llegar a pensar, durmiendo bien contra el costado de la cuna, como queriendo estar lo más cerca nuestro posible. el clima es un poco frío, justo como más me gusta...
el velador trataba de bañar de luz a un montón de pomos y aerosoles con múltiples usos y el sueño que venía de a poquito...
me desperté con las quejas de mauro, miré en la esquina de la pantalla y figuraban las 10 am, y este post a la mitad...
después de una mamadera y una serie de mimos, el mininiño sueña ocupando victorioso mi lugar en la cama.
taría para otro pseudocapuccino...
[ 11:07 am ]
sábado, 10 de noviembre de 2007
[ anoche ]
a eso de las 16:07
this.getClass( ) = cotidianeidades
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Qué lindo... Espero poder escribir lo mismo en unos tres meses, qué linda la cotideaneidad de un bebé dormido al lado de uno...
Estaría. Para mí, con medialunas de grasa, por favor :)
Publicar un comentario