viernes, 23 de noviembre de 2007

[ pequeño gran giro ]

yo suelo creer q cuando uno quiere muchísimo algo, entonces en el momento justo se le presenta la oportunidad de alcanzarlo. no aparece milagrosamente (bueno, a veces sí) sino q uno tiene q saber darse cuenta y jugarse para conseguirlo. pero (hablando por mí por lo menos) siempre pasa.

en plena época de caos, donde hay miles de cosas para hacer y planear, se me vuelve a aparecer la oportunidad de cambiar, transformar mi (nuestra) rutina nuevamente.

no quiero contar mucho porq por ahí se termina no dando al final, pero ya me jugué y lo que es un hecho es que dejo la oficina. dejo de levantarme a las 6am y dejo de hacer papeleos y papeleos. dejo de ver también a un grupo de gente maravillosa, q hasta ahora no termina de sorprenderme. ésta parte es la que más me duele dejar.


pero si todo sale bien, voy a estar cerquita cerquita de mi independencia total! y lo más importante: voy a estar cerquita de mauro y yami todo el tiempo...


y entre medio... las mesas!!!

sábado, 10 de noviembre de 2007

[ anoche ]

siendo las 4:42 am del domingo, me desperezo y pienso...

para qué me tomé ese pseudocapuccino tan fuerte?

pero también una cosa un poco más trascendental, al mirarme desde afuera:

qué loco, estoy en el paraíso.

así, lisa y llanamente.

es que mi situación (mirando el ya mismo, este momento en el que estoy) está lejos de lo que hubiera imaginado que iba a ser mi vida unos años atrás...

estoy cómodamente recostado en mi cama, con la notebook en el regazo y con un cablecito que se le mete por el costado que me regala un recital de the who, uno de los discos del 1° woodstock y un par de películas. al ladito mío, toda tapada está el amor de mi vida, que se pone un poco incómoda con cada ráfaga de teclas. un poco más allá, esta mi hijito, hermoso como nunca lo hubiese podido llegar a pensar, durmiendo bien contra el costado de la cuna, como queriendo estar lo más cerca nuestro posible. el clima es un poco frío, justo como más me gusta...


el velador trataba de bañar de luz a un montón de pomos y aerosoles con múltiples usos y el sueño que venía de a poquito...

me desperté con las quejas de mauro, miré en la esquina de la pantalla y figuraban las 10 am, y este post a la mitad...

después de una mamadera y una serie de mimos, el mininiño sueña ocupando victorioso mi lugar en la cama.




taría para otro pseudocapuccino...




[ 11:07 am ]

miércoles, 7 de noviembre de 2007

[ mis días son... ]

De mirarlos a los dos, acurrucados, durmiendo al unísono
besarla exponencialmente a ella en la mejilla y apenas rozarlo a él...
mirarlos una vez más, con los ojos algo molestos, y salir corriendo.

Las mañanas se esfuerzan por ser más rutinarias cada día.
Controlar firmas, sellos, fechas, montos, códigos...
sacar copia de la copia de la copia para archivar por si hace falta sacar copia.
Tanta cantidad de papel inútil siempre nos hace reflexionar a juan y a mí
sobre la cantidad de monte malgastado...
y a mis ojos los va erosionando una pantalla
de la misma edad que niñoFeliz.
la vuelta a casa dura sólo 2 ó 3 tarareos de canciones improvisadas.

Por cómo cocina mi bichito, sé que el niño mauro
no va a ser de los chicos que comen en cualquier casa.

Un postre sabor durazno apareció hace unos días ya
paso las siestas con la sola "responsabilidad" de jugar con mauro,
mientras el flujo ininterrumpido de películas y música sigue llegando y llegando.

Y las tardes, sin mucha dificultad, logran ser impredecibles.
Entre armados de párrafos, construcciones de procedimientos atrasadísimos,
tererés de agua con un popurrí de hierbas y mamaderas a las apuradas,
el sol se mueve cada vez más rápido...

Para cuando la luna está dando saltos entre las terrazas
mi día está lejos de terminar.
A veces, corriendo hasta la facultad con papeles abrochados.
A veces, haciendo compras a contra reloj para la cena.

Asistirlo a mauro en su resignación al sueño me llena de paz...

Cuando tenemos un tiempo al fin para nosotros suele ser demasiado tarde...
después, dormirse equivale a desmayarse.

Cuando suena el despertador, y ella gira y me abraza como diciendo "hoy no te vas"...

... hace que empezar otro día cueste tan poco...

viernes, 2 de noviembre de 2007

[ hoy: cómo preparar una mamadera sin retroalimentación. ]



este arte es bastante complicado no por la tarea en sí, sino por la personita que disfruta/padece los resultados.

luego de casi 4 meses de experiencia, puedo elaborar estas instrucciones para preparar una mamadera sin retroalimentación. (esto es, sin tener q estar probando la temperatura de la leche en la mano).

se utiliza una cucharadita por cada 50cm3 de agua.

primero se vuelcan los pocillos en la mamadera. para esto, conviene realizar el movimiento de ir inclinando la mamadera y el pocillo de manera que se encuentren en el momento justo para que la gravedad arroje el escurridizo polvo dentro del recipiente. requiere de práctica, así que no te frustres si tirás un pocillo entero en la mesada. pasa.

yo paso las medidas para 200cm3 de agua, después hacés la regla de 3 simple y podés preparar la medida que quieras (aaaaaah no que no ibas a usar las matemáticas nunca más?)

bueno, se vuelcan los 4 pocillos entonces y luego el agua del termo, hasta llegar a los 60cm3. se cierra la mamadera, y se agita enérgicamente. para agitar tenés q poner un dedo en la tetina que sino se produce un efecto spray que puede llegar a decorar el techo de la cocina (depende de si acabás de hervir el agua o esperaste a que descienda a los 83ºC).

ahora, si te fijás bien, el nivel del líquido bajó un poco. hay que poner un poco más de agua caliente hasta alcanzar los 60.

después, se vierte despreocupadamente el agua a temperatura ambiente hasta completar los 200cm3. que no se mal interprete: en el gráfico instructivo figura la leyenda "recontra hervida". esto significa que el agua tiene que ser previamente saneada.

por último, cerrar la mamadera y volver a agitar. agitar una bocha esta vez. está comprobado que a los mininiños les gusta la leche con espuma.

si te zarpaste con el agua caliente te vas a dar cuenta en seguida, por la temperatura de la mamadera al tacto y por el grito que pega el infante de manera casi instantánea. para el enfriamiento, abrir la canilla y dejar correr el agua sobre la mamadera a 45º, mientras se la agita de forma circular.